"ART-Metal, Cultura & Lectura"

jueves, 17 de diciembre de 2015

...La Digna Metáfora [No.23 / Dic-2015]



El Esritu Inútil
                                      (Pablo Hernández Christlieb)



El Mundo se divide en...
Entre los que comen el migajón y los que no...


Los que prefieren que el avión se caiga de ida y los que prefieren
que se caiga de regreso -los que se persignan con más ahínco ya sea 
de ida o de vuelta. Los primeros son los que ya están aburridos de 
los nuevos retos y no les importa que la vida sea una aventura,
ni saben para qué diablos las circunstancias los sacaron de donde
estaban, que era un buen lugar porque ahí no pasaba nada.
Los segundos creen que hay que tener nuevas experiencias
porque son como puntos acumulables y así llegarán al final
con más ganancias. 


"Por lo común los aviones no se caen,
 así que sus ensoñaciones 
son más bien sus disposiciones para la vida,
 sus maneras de ser".




Ante la frase "hay que contar las cosas", 

el mundo se divide en los
que comienzan "uno, dos, tres" 
y los que comienzan "había una vez".
Los dos cuentan, pero sólo unos son contadores; y, por lo demás,
viven en las dos dimensiones lo más separadas posible: 
los que se creen la ficción de ser realistas y los que creen en la realidad
de lo ficticio.

Los que leen todas las tarjetitas que están debajo de los cuadros
en los museos y luego ya no ven las pinturas; y los que ven 
las pinturas a ver si una se les queda y luego ya no miran el título 
y el autor y la técnica. O los que ya se saben los datos aunque no
sepan de qué, y los que saben las cosas aunque no sepan cuales.

O los que siempre van entrando a todas partes toda la vida y
los que siempre van de salida de todos lados interminablemente.
O los jóvenes de corazón y los viejos de alma, los hombres de
acción y las mujeres de calma, los arribistas-porque arriban- y
los parroquianos -los habituales- que ahí han estado siempre.
O los que informan de los escándalos políticos, 
los avances tecnológicos y las nuevas celebridades, y a los que
nada más les interesa lo que siempre ha estado ahí, el Sol,
el barrio, la muerte; o los que creen que las noticias son más importantes
que la realidad y los que viceversa.
O los que se fijan en todo lo que ven, y los que esperan a ver que se les fija.

El mundo se divide en 
los que se bañan antes de ir a trabajar
y los que se bañan después de trabajar.
Es la diferencia entre el trabajo de oficina, cuyo trabajo
es estar presentable, y el trabajo de producir, 
que necesita ropa de trabajo.

También es la diferencia entre la regadera,
que se usa en las mañanas, y la tina, 
que se usa en las tardes,
pero también ha de ser la diferencia 
entre los que se suponen que
con estar aquí ya con eso basta, 
y los que asumen que de lo
que se trata es de algo más.

¡ENTRE LOS MANIQUÍES 
Y LOS ROBOTS!


En los que quisieran morirse de un infarto y los que
quisieran morirse de cáncer.
Como se ve, los del infarto viven el momento:
(son aquellos que actúan y no se la piensan, 
los dinámicos, los decididos que no dudan ni cavilan, porque
la vida no está para andarse con contemplaciones sino con actos,
rotundos, claros, fulminantes, como los infarto). 

Los del infarto se murieron sanos y los de cáncer viven enfermos,
porque estos últimos, a los que les da tiempo de comprarse una agenda
para anotar sus pendientes, SON LOS MEDITABUNDOS 
Y PAUSADOS QUE MIRAN LA VIDA DESDE LA TRIBUNA.


Entre los que en un libro leen sólo 
la introducción y los que no la leen,
Ninguno de los dos se da cuenta de que la verdadera introducción de todo,
de la vida, de los amores, de la solución del mundo, siempre
está donde no se vio, y unos se topan con que están al principio
cuando pensaban que ya iban muy avanzados, y otros con que
todos sus avances no les tienen muy adelantados.


Los que en la máquina del tiempo
 escogerían viajar al futuro
y los que escogerían viajar al pasado.
Los que escogen ir al futuro creen que ya saben lo que sucedió en 
el pasado; los que escogen ir al pasado creen que ya saben lo que sucederá 
en el futuro: lo mismo de siempre; y que, por eso, lo que hemos hecho es más
misterioso que lo que haremos.


Los que hablan solos y los que hablan con alguien,
y como dice Machado/Serrat:
¡LOS QUE HABLAN SOLOS SON LOS QUE ESPERAN
HABLAR CON DIOS UN DIA!



Entre los que comen el migajón y los que no...
Los que le quitan el migajón al pan y los que no.
Los que se lo comen completo son los que han de tener un resabio de la 
escasez y el aprovechamiento que les impide el desperdicio,
y son los mismos que guardan bolsas de plástico, estrenan en domingo
y cuidan el agua. y los otros son los que le quitan el migajón al
planeta por la vía del "fracking".
Igual se divide en los que le cortan las orillas al pan Bimbo y los que no,
que es la misma operación, sólo que a la inversa.





domingo, 6 de septiembre de 2015

Stephen Hawking




Todos somos muy ignorantes.
 Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.
                                                                 ...(Albert Einstein).







                                  ...(Stephen Hawking)








domingo, 30 de agosto de 2015

...John Zorn



John Zorn

[The True Discoveries Of Witches And Demons] 










                        John Zorn 
 Plays The Music Of ... Ennio Morricone






sábado, 29 de agosto de 2015

´´ Héctor Ornelas ´´



´´ Héctor Ornelas ´´ 
Artista  (México) Plastico

Definir mi obra no requiere un análisis especializado. El trabajo que desarrollo busca lograr que el espectador haga una pausa. Actualmente, al visitar una exposición o una feria, uno camina sin dar tiempo a la reflexión; se busca todo excepto el encuentro con el arte. Sólo en contadas ocasiones el ojo entrenado y el gusto por determinados artistas reconocidos conduce a la contemplación. Pero, ¿para qué sirve el Arte? ¿Acaso para ser comprado, vendido, poseído, considerado un mero objeto de especulación o inversión? Yo creo que una pieza de arte busca existir plenamente en su tiempo; es decir, refleja las conductas y expone nuestras sombras. Para que surja la luz es necesario atravesar la oscuridad. Un claro ejemplo de ellos es la obra de dos grandes de todos los tiempos: Goya y Van Gogh –este último nos maldice con su muerte al recordar su último aliento en un amarillo cálido-.Los ejemplos son muchos y traen implícitas lecciones que no debemos dejar pasar.
El arte es un punto de reflexión, de análisis interno; es un espejo del alma. Es una bofetada que en la mentira da respuestas a la humanidad. A partir de este principio, las imágenes generadas en mi obra buscan del espectador el tiempo para descubrir, para transformar. La actual es una era de consumo y vacío que cada vez se asemeja más a un Mundo feliz (la novela). La realidad (no la academia) no debe ocultarse ante el figurativo, pues una silla es una silla. Y un ser humano es un ser humano, no una idealización de sí mismo. Nos da miedo mirar el espejo y ver en él, el color de nuestros ojos. Así, pues, mi obra es el espejo donde se encuentra todo aquel que lo mire. Mi obra es las telas incompletas y desgarradas sin un aparente fondo definido, en alusión a nuestras vidas paralelas, a nuestra postura en el trabajo o a solas, frente nuestra pareja, etcétera. Al combinar imágenes realizadas a partir del esténcil y la serigrafía como soporte iconográfico, busco recordar que la vida se encuentra en las calles, pues es ahí donde vive la muerte, los monstruos y el pensamiento. Las calles son el deambular diario, la clara evidencia de nuestra existencia efímera. Es ahí donde el pasado caminó y el futuro caminará hacia un nuevo destino. [ Héctor Ornelas ].






http://prensa.arte-contemporaneo.com.mx/Galeria/hector-ornelas